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Cada escritor tiene su propio conjunto de manías o rituales que le ayudan a mantenerse enfocado y a enfrentar la temida página en blanco. En este post, exploraremos algunas de las manías más comunes entre los escritores. Desde lugares específicos para escribir hasta supersticiones curiosas, estas manías demuestran que la creatividad es tan única como las personas que la practican. ¡Acompáñanos a descubrir qué manías tienes en común con otros escritores!

1. Escribir a Mano en Cuadernos

A pesar de vivir en la era digital, muchos escritores aún prefieren escribir a mano, especialmente cuando están desarrollando ideas o trabajando en el primer borrador. La conexión física con el papel y el lápiz o bolígrafo les ayuda a pensar de manera más profunda y pausada.

Algunos incluso tienen cuadernos específicos para cada proyecto, y no pueden trabajar en otro si no usan ese cuaderno particular. Las páginas físicas dan una sensación de progreso tangible que muchos escritores encuentran reconfortante, además de proporcionarles un espacio privado lejos de las distracciones de las pantallas.

manias de los escritores

2. Escribir en un Lugar Específico

Los escritores son criaturas de hábitos, y muchos necesitan un lugar fijo para escribir. Puede ser una mesa en una esquina de la casa, un escritorio en una biblioteca o incluso una cafetería específica. Este espacio se convierte en un santuario creativo, donde las palabras fluyen más fácilmente porque el escritor ya lo asocia con el acto de escribir.

Algunos autores van más allá y necesitan condiciones específicas en ese lugar: desde una silla en particular hasta un tipo de iluminación o incluso un aroma en el ambiente, como velas o incienso. Este ritual ayuda a los escritores a entrar en el «modo escritor» de manera más rápida y efectiva.

3. Las Bebidas como Compañeras de Escritura

El café es, sin duda, el combustible más popular entre los escritores, pero no es el único. Muchos autores tienen una bebida de elección que les acompaña durante sus sesiones de escritura. Para algunos, es un té calmante, mientras que otros prefieren una copa de vino para relajarse y dejar que las ideas fluyan.

Estas bebidas no solo ayudan a combatir el cansancio o a entrar en un estado de concentración, sino que también se convierten en una especie de ritual que marca el comienzo del proceso creativo. Para algunos escritores, no se trata de una cuestión de sed, sino de mantener el ritmo: un sorbo tras cada párrafo, una pausa cada pocas páginas.

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4. Las Horas Doradas para Escribir

La hora del día en que los escritores se sienten más productivos varía enormemente, pero muchos tienen una rutina estricta que siguen religiosamente. Algunos son madrugadores, aprovechando las primeras horas del día, cuando todo está en silencio, para trabajar en sus ideas frescas. Otros, sin embargo, son escritores nocturnos, que encuentran en la quietud de la noche el espacio ideal para concentrarse y dejar que la creatividad fluya.

Este hábito de escribir a una hora fija ayuda a muchos autores a entrenar su mente para que esté lista en esos momentos, casi como si fuese una cita diaria con la creatividad.

5. El Ritual del Primer Borrador

Muchos escritores tienen una regla no negociable cuando se trata del primer borrador: escribir sin detenerse a corregir. Este enfoque, que podría parecer desorganizado para algunos, permite que las ideas fluyan sin el filtro del perfeccionismo. La prioridad es sacar todas las ideas, aunque no sean perfectas, y dejar la revisión para más adelante.

Este hábito también ayuda a vencer el miedo a la página en blanco. Al no juzgarse durante el primer borrador, los escritores se sienten más libres para experimentar y explorar caminos narrativos inesperados.

6. Escribir con Música de Fondo

La música es una poderosa herramienta que muchos escritores utilizan para estimular su creatividad. Algunos tienen listas de reproducción específicas para diferentes escenas o emociones, mientras que otros prefieren géneros suaves como la música clásica o bandas sonoras instrumentales para crear un ambiente propicio para la concentración.

Sin embargo, no todos los escritores son iguales en este aspecto. Algunos necesitan silencio absoluto para poder concentrarse, ya que cualquier sonido les distrae. Pero para aquellos que escriben con música, esta se convierte en una parte fundamental del proceso creativo.

7. Leer en Voz Alta lo Escrito

Muchos escritores encuentran que leer en voz alta lo que han escrito les ayuda a detectar errores o a mejorar el ritmo de sus frases. Al leer en voz alta, pueden escuchar cómo suenan las palabras y comprobar si las emociones se transmiten de la manera que habían imaginado.

Este hábito también ayuda a mejorar el flujo del diálogo y a asegurar que los personajes suenan auténticos. Aunque puede parecer una manía extraña, es un recurso muy útil para perfeccionar el texto.

8. El Miedo a Mostrar el Trabajo Antes de Tiempo

Otra de las manías comunes entre los escritores es el miedo a mostrar su trabajo antes de que esté terminado. Muchos escritores sienten que su trabajo no es digno de ser leído hasta que han pasado por varias rondas de edición. Esto se debe, en parte, a la vulnerabilidad que sienten al compartir algo tan personal como su escritura.

Este hábito puede ser tanto una bendición como una maldición. Por un lado, permite a los escritores revisar y mejorar su trabajo antes de exponerlo, pero por otro, puede retrasar el proceso de compartir sus textos con el mundo.

9. Supersticiones y Pequeños Rituales

Como muchos artistas, los escritores a menudo desarrollan supersticiones en torno a su trabajo. Estas pueden incluir algo tan simple como no empezar un nuevo proyecto en un día determinado, o más complejas como usar siempre el mismo bolígrafo o sentarse en una silla específica.

Estos rituales, aunque parezcan ilógicos desde fuera, dan a los escritores una sensación de control en un proceso que muchas veces puede sentirse impredecible.

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Las manías de los escritores son tan diversas como los propios autores. Estos hábitos, ya sean pequeños rituales diarios o supersticiones más elaboradas, son una parte crucial del proceso creativo y les ayudan a enfrentar los desafíos de la escritura. Si eres escritor o aspiras a serlo, es probable que ya tengas tus propias manías. Y si no, ¡quizás es hora de empezar a desarrollar algunas!

¿Tienes alguna manía al escribir? ¿Te identificas con alguna de las que hemos mencionado? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!

Julia Cortés Palma

Un comentario

  • José Luis dice:

    En un momento en el que no parece que haya referencias, tu espíritu docente y extrovertido (se complementan) viene a dar cuenta de un cómo hacer para afrontar el tema de la escritura. Pautas claras para incorporar como rutinas y para que cada quien las adapte a su quehacer.
    No sé si ese método «Mundo Facil» lo vas a acompañar con algún título escrito para enterarme algo de qué va.

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