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Cuando hablamos de edadismo, muchas veces pensamos en el mercado laboral o en la publicidad. Sin embargo, este prejuicio también atraviesa el mundo cultural, y en especial la literatura. Como autora, me he encontrado con preguntas y comentarios que reflejan la idea de que escribir tiene “una edad adecuada”, como si la creatividad tuviera fecha de caducidad.

¿Qué es el edadismo y cómo se manifiesta en la cultura?

El edadismo es la discriminación basada en la edad. Puede dirigirse tanto a personas jóvenes como mayores, aunque en la práctica suele afectar con más fuerza a quienes sobrepasan los cuarenta o cincuenta años.
En el ámbito literario, esto se nota en varios aspectos:

  • Dificultad para que autores mayores accedan a editoriales o becas.
  • Escasa representación de personajes maduros en la narrativa contemporánea.
  • Estereotipos que reducen la experiencia vital a tópicos de declive o nostalgia.

La edad como riqueza en la escritura

Creo que cada etapa de la vida aporta una mirada distinta. La juventud ofrece frescura, pero la madurez brinda profundidad y matices. La literatura necesita ambas voces. El problema no es la edad, sino la mirada limitante de un sistema que etiqueta y excluye.

Como escritora, siento que mis años se transforman en herramientas: me permiten comprender mejor a mis personajes, observar la realidad con paciencia y encontrar significados donde antes veía solo anécdotas.

Lectores de todas las edades, historias para todos

El lector no se pregunta cuántos años tiene quien escribió un libro cuando se sumerge en sus páginas. Lo que importa es la calidad de la historia, la honestidad de la voz y la capacidad de emocionar.
La literatura es un puente entre generaciones. Leer a una autora joven puede acercarnos a lo nuevo; leer a un escritor veterano puede regalarnos sabiduría y experiencia. Ambas son necesarias.

edadismo

Por qué debemos hablar de edadismo en la literatura

Visibilizar el edadismo en la literatura es clave para construir un espacio cultural más justo. No se trata solo de abrir oportunidades a autores de todas las edades, sino también de dar valor a historias que amplíen la representación de la vida humana en toda su diversidad.

Mi compromiso, como mujer y como escritora, es seguir creando y reflexionando desde mi tiempo presente. Porque la literatura, como la vida, no tiene fecha de vencimiento.

Julia Cortés Palma

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