Septiembre siempre llega con el mismo murmullo: el olor a libros recién forrados, los nervios del primer día y la ilusión de estrenar una página en blanco en el cuaderno de la vida escolar. La vuelta al cole no es solo una rutina que se repite año tras año; es también un símbolo de oportunidades, aprendizajes y reencuentros.
Como escritora y madre, observo este momento con una mezcla de nostalgia y esperanza. Me recuerda a mis propios primeros días de colegio, cuando todo parecía enorme y nuevo, y a la vez me inspira para escribir historias sobre esos pequeños héroes que se levantan cada mañana con la valentía de enfrentarse a lo desconocido.
La magia de empezar de nuevo
Cada septiembre trae consigo la posibilidad de reinventarse. Los niños vuelven a las aulas cargados de sueños: aprender a leer mejor, hacer nuevos amigos, descubrir el mundo a través de experimentos y cuentos. Esa sensación de empezar de cero es la que me gusta capturar en mis relatos, porque también los adultos necesitamos recordar que siempre hay lugar para un nuevo comienzo.
Consejos para una vuelta al cole más ligera
Aunque la emoción es grande, también aparecen el estrés y las prisas. Aquí comparto algunos consejos sencillos para que la vuelta al cole se viva con más calma:
- Organizar con antelación la mochila y el material escolar.
- Mantener rutinas de sueño unos días antes de que empiecen las clases.
- Dedicar tiempo a escuchar cómo se sienten los niños ante este regreso.
- Recordar que no todo tiene que salir perfecto: lo importante es acompañar el proceso.
La escritura como aliada en este proceso de la vuelta al cole
Una herramienta poderosa para los niños durante la vuelta al cole es la escritura. Animarles a escribir un diario, redactar pequeñas historias o incluso anotar lo que esperan de este nuevo curso puede ayudarles a expresar emociones, ganar confianza y descubrir el poder de las palabras.
Yo misma, en mi día a día, encuentro en la escritura un refugio y una brújula. Escribir es volver a casa.
Conclusión
La vuelta al cole es mucho más que un calendario que se reinicia. Es un viaje lleno de retos, aprendizajes y emociones que nos invita a mirar hacia adelante con ilusión. Como autora, me gusta pensar que cada niño que abre un cuaderno comienza también una historia, y quién sabe… tal vez sea el inicio de un relato que un día querrán compartir con el mundo.
