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Hubo una época no muy lejana en la que las estanterías de las librerías y las salas de cine vibraban con un mismo ritmo: el de las sagas de ciencia ficción juvenil. Títulos como Los Juegos del HambreDivergente y Maze Runner marcaron una generación, capturando la imaginación de millones de lectores (y espectadores) alrededor del mundo. Pero, ¿qué fue lo que provocó este fenómeno global?

¿Por qué triunfaron las sagas de ciencia ficción?

Como escritora y amante del género, no puedo evitar sentir fascinación por cómo estas historias lograron conectar tan profundamente con el público joven (y no tan joven). Estas sagas ofrecían más que simples tramas distópicas: eran espejos sociales. Presentaban mundos rotos, sistemas injustos y protagonistas que se atrevían a enfrentarlos, algo con lo que muchos adolescentes se identificaron.

Además, su estructura en trilogías o series largas permitía un desarrollo emocional profundo. Nos enamoramos de Katniss Everdeen, de Tris Prior, de Thomas… porque los vimos crecer, sufrir y resistir.

Un fenómeno editorial y cinematográfico

El auge de estas sagas no solo se sintió en las librerías. Las adaptaciones cinematográficas fueron parte esencial del fenómeno. ¿Quién no recuerda la emoción de ver En llamas en el cine, o la expectación por cada nueva entrega de Divergente?

ciencia ficción

Las editoriales, por supuesto, respondieron al entusiasmo del público con una avalancha de títulos similares. Fue una época dorada para la literatura juvenil de ciencia ficción, donde cada mes parecía surgir una nueva saga prometedora.

¿Qué nos dejó esta ola de ciencia ficción?

Aunque muchas de estas sagas ya concluyeron, su impacto perdura. No solo inspiraron a nuevos autores (me incluyo), sino que también demostraron que la ciencia ficción puede ser cercana, emocional y profundamente humana. Las temáticas de resistencia, identidad, libertad y justicia siguen siendo relevantes hoy, tal vez más que nunca.

¿Volverá el auge de las sagas distópicas?

Esta es una pregunta que me hacen a menudo. Y mi respuesta es: no se han ido del todo. Solo han evolucionado. Hoy vemos historias más inclusivas, más diversas, con nuevos enfoques y escenarios. La ciencia ficción juvenil sigue viva, y estoy segura de que pronto volverá a ocupar titulares.

Reflexión final

Como autora, estas sagas me inspiran constantemente. No solo por su éxito, sino por su capacidad de tocar temas complejos desde una perspectiva accesible y emocional. Si aún no has leído Los Juegos del Hambre o Divergente, te invito a hacerlo. Y si ya lo hiciste, vuelve a ellos con ojos nuevos: te sorprenderán.

Julia Cortés Palma

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